Un niño de 5 años ha fallecido a causa de la explosión de una cámara hiperbárica presurizada que le suministraba oxígeno. La madre, que se encontraba junto a la cámara, también ha sufrido lesiones en los brazos como consecuencia del estallido. Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes 31 de enero en el Oxford Center de Detroit (Míchigan, Estados Unidos).
El menor se encontraba dentro de la cámara cuando la máquina explotó, aunque no ha trascendido el tratamiento que estaba recibiendo aquel día. El personal médico presente en la sala salió ileso y el incendio originado por el estallido fue apagado sin mayores problemas.
“La seguridad y el bienestar de los niños a quienes atendemos es nuestra máxima prioridad. Nada como esto ha sucedido en más de 15 años de ofrecer este tipo de terapia. No sabemos por qué ni cómo ocurrió esto y participaremos en todas las investigaciones que ahora deben llevarse a cabo”, señala el centro.
Las autoridades están investigando el suceso dado lo extraordinario. “Hicimos una investigación inicial. Esto es muy poco común, así que no estamos seguros de qué llevó a ello”, ha explicado el teniente de bomberos de Troy, Keith Young, en una conferencia de prensa el viernes.
Las cámaras hiperbáricas albergan un 100% de oxígeno, es decir, cinco veces más que la cantidad de oxígeno presente en una habitación normal. Por ello, “la presencia de una cantidad tan alta de oxígeno en un ambiente presurizado puede hacerlo extremadamente combustible”.
“Nada de esto ha sucedido en los más de 15 años que llevamos ofreciendo este tipo de terapia. No sabemos por qué ni cómo sucedió esto y participaremos en las investigaciones que deban realizarse”, han expresado los funcionarios del Centro de Oxford.
Fuente: Infobae
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