El informe médico forense realizado a los cuerpos de Sandra Cecilia Vergara Antelo (40) y el mayor de policía David Oscar Chávez Barrientos (42), encontrados cerca del río Piraí, determinó que ambos fallecieron a causa de disparos de arma de fuego. Según las forenses Paola Zambrana García y María Angélica Berríos, la mujer recibió tres impactos de bala entre el tórax y la cabeza, mientras que el oficial recibió cinco disparos.
Sandra y David estaban desaparecidos desde el 25 de febrero, luego de ingresar a un domicilio en la zona norte de la urbanización La Chonta, donde fueron vistos por última vez. Tras una serie de operaciones, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen logró establecer que ambos mantenían una relación de amistad y laboral con José Miguel Camargo Montaño, principal sospechoso de sus muertes.
Durante el allanamiento en el domicilio y gracias a las declaraciones de tres testigos —dos mujeres y un hombre— se descubrieron manchas de sangre en prendas de vestir de Sandra y David dentro de una bolsa negra. Además, se constató que las cámaras de seguridad fueron arrancadas intencionalmente para eliminar cualquier evidencia. Como resultado de estos hallazgos, Ivar Augusto Segarra Farell y Cleidy Vásquez Torrez fueron detenidos preventivamente, acusados de asesinato y feminicidio en grado de complicidad.
La investigación también reveló la participación de un individuo identificado solo por las iniciales Andrew D.S., quien proporcionó información precisa sobre la ubicación de los cuerpos de las víctimas y condujo a los investigadores y la comisión de fiscales hasta la zona norte, colindante con el río Piraí, donde ambos cuerpos fueron hallados semienterrados y en avanzado estado de descomposición.
Los móviles de ambos crímenes continúan siendo bastante confusas debido a que se tejen distintas teorías aunque el director de la Felcc, coronel Gustavo Astillas, en sus últimas declaraciones, señaló que se encontró en el inmueble restos de sustancias controladas.
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