El comandante de la Policía de Yapacaní, teniente coronel Gary Bellota Caero, no estuvo exento de ser agredido por una turba de al menos 300 personas, conocidas como «chicheros», quienes llegaron la noche del viernes al comando provincial para protestar y causar destrozos.
Los manifestantes justificaron su accionar alegando que la crisis económica que atraviesa el país los obliga a recurrir a la reventa ilegal de combustible para subsistir, especialmente en esta región. Esto ocurrió después de que la Policía realizara operativos contra la venta ilegal de gasolina, confiscando varios galones de combustible.
El rechazo de los «chicheros» se intensificó, y se concentraron frente al comando policial de Yapacaní, donde intentaron expulsar a los uniformados del municipio. Posteriormente, tomaron como rehenes a seis efectivos policiales, a quienes obligaron a caminar hasta la circunvalación.
Durante este intervalo, un contingente de refuerzo llegó a Yapacaní y logró rescatar a los policías, tres de los cuales resultaron heridos y fueron evacuados al hospital de Buena Vista. El estado de salud del comandante Bellota, también agredido, aún es incierto.
Autoridades locales se desplazaron hasta el barrio Santa Catalina para proteger los bienes del comando policial. Un recorrido por las instalaciones reveló que varios vehículos fueron vandalizados, con parabrisas rotos y las habitaciones de los uniformados saqueadas.
En las próximas horas se realizará un inventario para verificar si los manifestantes sustrajeron armas de reglamento de los policías. Mientras tanto, el Ministerio de Gobierno ha ordenado iniciar una denuncia de oficio para investigar los desmanes ocurridos en Yapacaní y proceder con las sanciones correspondientes a los responsables.
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